Dinámicas y emociones tóxicas en organizaciones.
Las fábulas han servido para transmitir reflexiones a niños.

Con la disculpa de los animales, dado que son más auténticos que nosotros, responden a su biología, pero los humanizamos en las fábulas.

Lob@s con piel de oveja

Un día un lobo pensó cambiar su apariencia para así facilitar la obtención de su comida. Se metió entonces en una piel de oveja y se fue a pastar con el rebaño, despistando totalmente al pastor.
Al atardecer, para su protección, fue llevado junto con todo el rebaño a un encierro, quedando la puerta asegurada.
Pero en la noche, buscando el pastor su provisión de carne para el día siguiente, tomó al lobo creyendo que era un cordero y lo sacrificó al instante.

Moraleja: Según hagamos el engaño, así recibiremos el daño.
Me pregunte, qué emociones encierra esta historia relacionándola con nuestro vivir en organizaciones?

Muchas veces se conforman grupos de referentes de opinión que se mueven con piel de oveja, impulsados por una tóxica mezcla de emociones destructivas como la hipocresía, la ambición a cualquier costo, el resentimiento, la envidia, la falta de confianza en si mismas, la falta de respeto, diciendo que les importa el ser humano, pero negandolo.
La hipocresía, es una emoción desde donde uno se comporta haciendo como que todo esta bien en relación a otro y no le interesa conversar sobre el tema, ocultándolo a la persona con quien tiene una situación y intoxicando a otros con su saña.
La ambición desmedida, todo es válido en pos de lo que querían conseguir sin importar el propósito de la organización.
El resentimiento, una promesa oculta de venganza en algún momento futuro.
La envidia, uno niega lo que tiene, mirando lo que otros tienen.
La falta de respeto en la negación del otro, de lo que se hace, del silencio, en no hablar de frente.
Se genera mucho dolor y malestar en toda esta combinación de emociones tóxicas en el corazón de la organización.
Me hace mucho sentido una frase que escuche citada por Otto Scharmer, “El éxito de una intervención depende de la condición interna del interventor”
Muchas personas están fuera de su centro de integridad humana queriendo enseñar a otros a vivir en la organización.
Tarde o temprano ese karma, les regresará afectando sus vidas y a los que les rodean dada la dinámica a la que están acostumbrados a vivir.
La conciencia de esta dinámica y la conversación es con lo que contamos los seres humanos para salir del dolor y movernos al bien-estar.
La reflexión, el respeto, el especificar los criterios de cada uno, la disculpa, el hacerse cargo de como las consecuencias de nuestros actos afectan a otros, puedan revertir ese karma si queremos coordinar proyectos con otros y para establecer nuevos acuerdos.

Omar Ossés