Considerado uno de los más grandes científicos chilenos, el neurobiólogo, filósofo y Premio Nacional de Ciencias aboga por la colaboración, la inclusión y la acogida.
Acoger e incluir son palabras inamovibles para el neurobiólogo, filósofo y Premio Nacional de Ciencias 1994, Humberto Maturana, considerado uno de los más grandes científicos chilenos y reconocido a nivel mundial por su destacado aporte a la biología del conocimiento.
Esta vez también se desplegaron en sus reflexiones durante la clase magistral “La naturaleza del quehacer universitario para estudiantes y maestros”, que dictó en la inauguración del año académico de la Universidad de Playa Ancha, donde el rector Patricio Sanhueza le entregó la distinción de Profesor Emérito en nombre de esa casa de estudios.
Tan importantes son esos conceptos para el pensador y doctor en Biología en la Universidad de Harvard, que ubica su debilidad o ausencia en el centro de los grandes problemas de la educación y la sociedad chilena de hoy.
El científico que desarrolló la teoría de la autopoiesis, rápidamente adoptada por las ciencias sociales y que es definida como la capacidad de los sistemas vivos de producirse a sí mismos, observa con atención los acontecimientos, tendencias y cambios del mundo de hoy, y es ácido y crítico frente a algunos de ellos.
EDUCACIÓN Y VIOLENCIA
- ¿Cuál piensa que es el problema central de la educación chilena?
“Creo que el problema fundamental está en la relación profesor-alumno, en que los alumnos se sientan acogidos por sus maestros y viceversa, que los maestros se sientan bien con sus alumnos. Eso exige una actitud especial, exige reconocer que la educación no es simplemente enseñar materias, es un modo de convivir, o más bien es el convivir mismo”.